¿Cómo puedo afrontar el duelo por la muerte por suicidio?
En algunos casos, el propio suicidio puede aflorar o incrementar tensiones existentes en la familia o conflictos anteriores, lo que dificulta esa comunicación tan necesaria en estos momentos. Se crean situaciones complejas donde cada uno, con su silencio, busca de alguna manera protegerse de uno mismo y de los demás.
Se puede buscar la compañía para hablar con un amigo de confianza, alguien que pensemos que pueda escucharnos con interés y delicadeza, sin juzgarnos ni a nosotros por lo que decimos y sentimos, ni tampoco a la persona fallecida.
Hablar con un médico de confianza, quién puede orientarnos a algún especialista, si es necesario. También podemos hablar con un guía espiritual que nos ayude de acuerdo a nuestras creencias personales.
Existen también asociaciones como la nuestra, que se dedican a escuchar, acoger y acompañar en su duelo a personas que sufren la pérdida de un ser querido. Compartir y conocer a otros supervivientes y cómo han trabajado su duelo puede ayudar a gestionar nuestras emociones.
Qué nos ayuda:
- Resérvese un tiempo cada día
Es importante reservar un tiempo cada día, si es posible a la misma hora y en el mismo sitio, de modo que pueda llorar, recordar a la persona muerta, rezar o meditar.
- Escriba
Lleve un diario para registrar sus sentimientos, pensamientos y recuerdos. Esto puede ayudarle a ganar un cierto control sobre emociones intensas.
- Haga un poco de ejercicio
Ande todos los días por lo menos 20 minutos. Generalmente le ayudará a sentirse mejor y mejorará su sueño.
- Reduzca el estrés
La meditación, las técnicas de relajación, el masaje o escuchar música pueden ayudarle a reducir el estrés emocional y físico por la pérdida.
- Cuídese
Trate de descansar lo suficiente y comer bien. Piense en cómo pasar cada día, no más allá. Cuando sea capaz, empiece a dedicar tiempo a las cosas que le hacían disfrutar. Esto no es desleal y le ayudará a enfrentarse mejor con el dolor.
- Exprese sus sentimientos
A algunas personas les ayuda hacer actividades creativas, como la poesía o la pintura, para expresar sus sentimientos. Otras actividades, como la costura, cocina, jardinería o carpintería, pueden también ser de ayuda.
- Comparta su experiencia
La participación en grupos de apoyo o la lectura de libros de autoayuda sobre experiencias similares son muchas veces la única forma de compartir lo más profundo de su pena con otros que han pasado por los mismos sentimientos.
- Comunique lo que necesita
Pídale a su familia o allegados lo que necesite (por ejemplo estar solo). Así será más fácil que le puedan ayudar.
- No tome decisiones importantes
Trate de evitar tomar decisiones importantes, como cambiar de casa o librarse de sus posesiones personales, inmediatamente después de la muerte. Es posible que no esté pensando claramente y puede hacer cosas de las que luego se arrepienta.
- Dese tiempo
Recuperarse de una muerte por suicidio necesita tiempo, igual que una herida profunda.
- Respete la elección de su familiar o allegado
Aunque no esté de acuerdo, se sienta perjudicado o no lo entienda. Usted no pudo elegir por él o por ella.
- No se sienta culpable
Incluso para un profesional es muy difícil prevenir un suicidio. No sienta que por lo que dijo o no hizo hubiese podido cambiar el desenlace.
- Su dolor no es una enfermedad
No signi!ca que esté enloqueciendo. Ese dolor tan profundo es una reacción normal de un ser humano sensible frente a la experiencia más difícil que una persona puede vivir.
- No abuse de fármacos o de drogas
Procure no recurrir al alcohol o las drogas como una forma de aliviar su tristeza. Si bien le pueden proporcionar alivio de sus sentimientos a corto plazo, impiden el duelo y pueden causar depresión u otros trastornos.
- Solicite ayuda profesional
Si pasa el tiempo y usted se sigue sintiendo ansioso o deprimido (problemas con el sueño, falta de apetito, pérdida de energía e interés por las cosas, pensamientos suicidas), es importante buscar la ayuda de su médico.
- No busque explicaciones
La mayoría de las veces, por más que uno lo intenta, nunca consigue entender las razones que llevaron a un ser querido a quitarse la vida.
Fuente: «Guía de Práctica Clínica de Prevención y Tratamiento de la Conducta Suicida». Ministerios de Sanidad, Política Social e Igualdad